En pleno corazón de la Ribera del Duero, a escasos kilómetros de la capital burgalesa se encuentra el municipio de Castrillo de la Vega. Rodeado por innumerables campos de viñedo y cereal, ha sabido conservar durante cientos de años el sabor y las costumbres típicas de los pueblos castellanos.

Castrillo de la Vega es un pueblo con más de mil años de historia, cuyos orígenes se remontan a la Reconquista.

En su iglesia, fiel narradora del paso de los años pueden contemplarse algunas de las piezas más bellas de la imaginería religiosa tradicional castellana.

A las afueras del pueblo, sobre el Duero, los restos de un antiguo puente medieval evidencian tiempos de gran auge y prosperidad, pues fue Castrillo núcleo importante en la ruta que unía la meseta castellana con los puertos de Bilbao y Santander.